domingo, 27 de junio de 2010

Cosas de la educación

El pasado viernes estuve en la graduación de mi prima, que ha terminado enfermería en la Universidad Alfonso X El Sabio.
Ante la envergadura del acto me embutí en mi traje y me puse guapetón para celebrarlo. Cuando vi a mi prima, ya tenía la beca en el bolso y me dijo que no se la ponían, que iban ya con ella puesta y leían los nombres. También me comentó que iba a ser al aire libre, y el cielo de Madrid estaba bastante encapotado, anunciando una tormenta que después se confirmó.
Como algo típico de nuestra cultura, la improvisación hizo acto de presencia. Metieron sillas en un edificio y con cámaras de video retransmitieron el acto en otra sala, ya que se graduaban 902!!!! personas, de las diferentes titulaciones del área de las ciencias de la salud.
Comenzó hablando el presidente de la Real Academia Nacional de Medicina que, dado que no se graduaba ningún médico, me pareció algo fuera de lugar. Si yo me hubiera graduado ese día, me hubiera preguntado si no hay ningún fisioterapeuta, enfermero, farmacéutico, veterinario, nutricionista, odontólogo o algún titulado de las carreras que allí se daban lugar que pudiera dar un discurso.
Tras este discurso comenzó la lectura de los nombres que se graduaban. 902 nombres, entre ellos una Marta Maraver que me hizo sacar una sonrisa, porque el acto en sí me pareció aburrido y muy poco emotivo. Yo me sentiría más partícipe yendo a un examen, porque leen mi nombre, te acercas a enseñar el DNI y entras en el aula. Allí podían estar leyendo nombres de gente que quizás no estuviera.
Mientras se producía esa lectura, la gente que había llegado tarde (algunos graduados llegaron hasta 45 minutos tarde, y no uno ni dos...) quería verlo todo desde primera fila, así que tuvimos que aguantar voces, algún pequeño empujón y comentarios de la gente del tipo: Es que vengo de Almería... Déjame pasar!!
Para completar el poco saber estar, una gran parte de los alumnos de odontología, que fueron los primeros en ser "leídos", se fue en cuanto leyeron sus nombres. Poco les importaba que el resto de la gente quería oír sus nombres; entraban y salían del recinto a su antojo. Lógicamente esto no es exclusivo de los odontólogos, ya que cuando fueron acabando las otras titulaciones, ocurría exactamente lo mismo.

Como corolario a esta disertación: La educación no se puede comprar. Es algo que se va mamando y por mucho colegio de pago al que vayas, tiene un gran componente familiar.


P.D.: Mis padres y yo el día de mi graduación, hace ya 4 años.

miércoles, 23 de junio de 2010

La vida en Madrid

Dentro de poco va a hacer un mes que dejé Sevilla para continuar mi formación, de forma breve, en Madrid. El recibimiento fue buenísimo, tanto en casa como en el hospital (gracias por todo).
Hablando con la gente de aquí, les digo que tardo una media hora en ir a trabajar y me dicen que está cerca. Alguno de vosotros sabe mi opinión sobre lo que es estar cerca y estar al lado. Para mí, está bien, pero en cierto modo me parece un autoengaño el decir que un sitio está cerca cuando se tarda una media hora en llegar. Todos responden: "Para ser Madrid, está bien" y puede que tengan razón, pero si se acostumbraran a tardar 15 minutos en llegar a las afueras de una ciudad, verían que eso no mola, que aquí hay de todo, es verdad, pero pienso que en cuestión de calidad de vida, la cosa está regular, aunque a todo se acostumbra uno y no pasa nada.

Resumiendo: Cada uno tiene sus prioridades, y entre las mías se encuentra la de vivir de manera cómoda en una ciudad.

jueves, 17 de junio de 2010

Cuando te dejan hacer

Soy un proyecto de cirujano. Desde hace muchos años he querido serlo (cirujano, no el proyecto). Hoy me he sentido un poco más cirujano. El hecho de que tus superiores te muestren confianza y te dejen hacer, sienta muy bien. Si a esto le sumamos que la confianza me la han dado en Madrid, donde sólo llevo 17 días, sienta mucho mejor. Hoy, cuando he salido de quirófano con esta sensación, he pensado en que todos los días de bajón en los que no te dejan hacer, en los que sólo te piden que rellenes papeles o en los que te caen broncas porque nunca estás donde debes. Un día como hoy hace que te olvides de todos los demás. Te motiva a estudiar, a mejorar día a día y a agradecer cada una de las cosas que te enseñan.
Sé que mucha gente, casi todos de especialidades quirúrgicas, en el periodo que finaliza R3 y comienza R4, han tenido una crisis existencial (yo me incluyo). Os animo a que busquéis un día de trabajo como ha sido hoy el mío, que lo memoricéis bien y que, cuando llegue alguno de los otros días, recordéis este.

En conclusión: que no me cabe un piñón por el culo!!!!

martes, 15 de junio de 2010

Esto está más muerto que un martes en la luna...

El título lo dice todo, parafraseando al gran monologuista Goyo Jiménez. Llevamos mucho tiempo sin escribir y no parecía que hubiera nada que nos motivara a hacerlo, pero ayer los grandes de los blogs sanitarios, entre los que se encuentran algunos amigos, se reunieron en el I Congreso de la blogosfera sanitaria.

Estuve poco tiempo, pero lo que vi fue ilusión, gente que trabaja mucho y bien y ganas de seguir aprendiendo y enseñando cosas.
Es por esto por lo que me animo a volver a escribir. Ayer salí motivadísimo con crear un blog, pero si no escribo en el que tenemos, no escribiré en otro, por lo que mi propósito es escribir de manera periódica en este (desconozco la periodicidad y no me he propuesto ninguna) y ver si soy capaz de seguir en algún otro con una temática sanitaria.

A ver lo que dura...