sábado, 14 de agosto de 2010

Del Cohiba y sus (in)fieles seguidores

Para el que no lo sepa, el Cohiba es un bar que está al lado del Virgen del Rocío donde los jueves (generalmente) nos reunimos los residentes para tomar copas, cantar alguna canción en el karaoke y, los que pueden, tener algún escarceo amoroso que, en ocasiones, ha llegado a ser definitivo (anda que no han salido bodas de allí). A mí me gusta. Hay quien dice que es un antro y que lo único que hay allí es guarreo. Puede ser, pero me sigue gustando. Llevo yendo allí algo más de 3 años, con épocas con más afluencia y algunas con menos. Siempre estamos los mismos parroquianos y los nuevos, que año tras año van llegando. Sin embargo en mi último Cohiba salí un poco decepcionado. No porque estuviera medio vacío, que podría ser una causa, pero he estado días con menos gente y me lo he pasado genial. Salí decepcionado porque hablé con varias personas y escuché algunas frases como éstas:

- Llevo con mi novia cinco años y cada vez que me follo a alguna, pienso en ella.
- La semana que viene voy a Mallorca, a ver si cae alguna, porque las novias son para quererlas, pero un polvo es un polvo; eso sí, si te follas a una tía dos veces, entonces son cuernos.
- Las tías éstas se han enfadado porque nos las hemos repartido delante de sus caras, pero son así de guarras; esto es lo que les gusta; se hacen las enfadadas, pero después te llaman y te envían mensajes. (Doy fe, la poca que tengo, en que esto es cierto)

No me considero una persona retrógrada ni un terrorista de la libertad, pero he sido educado en el respeto hacia los demás y por mucho que tú digas que quieres a tu novia muchísimo, si te estás tirando a otra, al único que quieres es a ti. No digo que no cometamos fallos. Un fallo o un desliz lo tiene cualquiera (pienso yo), en cualquier aspecto de la vida, pero tener como filosofía de vida la infidelidad no consentida a tu pareja (si es consentida, mejor para los dos) me parece una falta de respeto, un acto de egoísmo.

En fin, puede que sea un post muy moralista, pero si no lo escribía, reventaba.
Como apunte final, podemos decirle a alguna asociación de maltratadores (seguro que las hay, pero no son conocidas porque no son "cool") que para los eslóganes de sus campañas tomen algunas de estas ideas:
- Te quiero, te pego.
- Díselo con cuernos.
- El día de San Valentín, los cuernos dan gustirrinín. (Este rima y todo, en plan poeta)




En esta foto nos encontramos el Dr. Aguirre y yo, futuro de la Cirugía Plástica (que Dios nos coja confesados) en ese templo de oración llamado Cohiba. ¡¡Que no todo es mala gente, coño!!

miércoles, 4 de agosto de 2010

Agosto en Sevilla

Acabo de llegar de mi rotación de dos meses por Madrid de la que me he traído ganas de trabajar, momentos geniales y recuerdos de gente que merece la pena, tanto dentro como fuera del hospital.
Lo que me dejé allí fue mi tolerancia al calor, porque en Madrid hacía calor y los madrileños en cierto modo se eorgullecían de que un sevillano (aunque soy zamorano, y onubense consorte los 3 años en Sevilla han hecho estragos en mi persona) dijera que hacía calor. Eso sí, la última vez que había sufrido el calor de Sevilla fue hace unos 8 meses (ese cumpleaños de Andrés con 33 grados no estuvo mal). La bofetada de calor que recibí cuando bajé del AVE fue tremenda. Después, poco a poco, y con aire en casa y luciendo cuerpo Danone por el piso me he ido aclimatando y la verdad que pasar agosto en Sevilla no está tan mal.
Para empezar, apenas hay tráfico y hay un montón de plazas de aparcamiento (yo, que no tengo coche, me da igual, pero me solidarizo con los que sí tienen).
El ritmo de trabajo del hospital es más lento (a veces, demasiado) y puedes aprovechar para hacer otras cosas aparte de la labor asistencial.
Las guardias suelen ser más tranquilas (no necesariamente, pero esto es probabilidad) porque hay menos gente, por lo menos las mías.
Aunque todavía no lo he probado, seguro que los bares de tapas están más tranquilos y se puede ir al típico bar que siempre está petado (lo malo es que puede que estén de vacaciones).
La cola del Mercadona es más pequeña.

En fin, que no está tan mal pasarse el veranito por aquí!!