yo me levanto diariamente a las 7:30, como un reloj.
La vuelta al cole me despierta pequeños e incofesables placeres, la mayoría con raices sembradas hace años. El olor a libro nuevo, probar los bolis, mi cumpleaños, el primer control.
El reencuentro con los amigos ha pasado a un segundo plano. No por tener menos importancia, sino porque nunca nos separamos. Recuerdo los tres meses de verano en mi casa de Huelva en los que no veía a NADIE.
Creo que somos seres sumamente rutinarios y simples. No me creo el síndrome post-vacacional. Creo que el que dice padecerlo estaba ya sindrómico antes de irse. Un par de meses más de vacaciones al año serían de puta madre, pero hasta entonces disfrutaremos como cabrones lo que tenemos. La rutina del día a día volverá a inundarnos. Ya lo ha hecho, pero seguimos resacosos de las vacaciones y casi que no nos hemos dado cuenta. A los que solemos levantarnos temprano puede costarnos un poco menos. Pero desearía poder levantarme temprano en Mazunte, con las olas del pacífico rompiendo debajo de mi cabaña, a las 7:30.
Ánimo a todos!!!
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1 comentario:
igual lo de no ducharte en los tres meses que estabas en huelva tenía algo que ver con que no se te acercara nadie. pero bueno, no saco conclusiones, que los andaluces sois muy raritos para estas cosas.
dulce vuelta al cole, querridos míos.
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